La primera pintura mural al fresco diseñada por una red neuronal se creará durante una performance de 3 días en Sónar+D, una muestra de cómo la inteligencia artificial puede ser un colaborador creativo en los procesos artísticos.
¿Puede una musa ser artificial?, ¿las musas han de ser “físicas”?, ¿puede una musa generada por ordenador ser tan inspiradora como una de carne y hueso?. ¿Creamos algo mejor al destruir el concepto clásico de musa?
Imagina la versión más abstracta y simplificada de una musa: un hombre de palo. Ahora echa esta “musa artificial” en una pose cualquiera, a un ordenador con un software de aprendizaje automático. ¿Puede esta máquina ser suficiente creativa para producir una pintura a partir de un input tan simple? Por supuesto.
Mario Klingemann ha diseñado una red neuronal que utiliza un enfoque “pose a imagen” para producir sus propias obras de arte. “My Artificial Muse” es una instalación donde el artista humano Albert Barqué-Duran reproducirá, en una performance de 3 días, una obra de gran formato producida de manera 100% artificial por una red neural.
Al mismo tiempo, la instalación mostrará una proyección donde la red neural de Mario Klingemann generará pinturas nuevas con la intención de mostrar los procesos internos del proyecto.